[col. writ. 6/10/16] © by Mumia Abu-Jamal
In legal theory there is something known as ëthe -fruit-of-the-poisonous-treeí doctrine, which holds that an illegal search, arrest or interrogation poisons -or taints – all that follows, and as such, it may not be used in a prosecution.
If that is so, what of America’s failed and corrupt so-called Drug War, as poisoned a fruit as possible, born, as it was, from political lies meant to cover state attacks on radicals – especially Black radicals.
The recent revelations of former Nixon White House aide, John Erlichman, that drugs were used as a proxy to target Blacks (and hippies) should poison all that sprouted from that foul and loathsome plant.
The dirtiest of Dick Nixon’s dirty tricks, it has led to the explosion of prisons in American life, and the subsequent crippling of millions of families for half a century.
The so-called Drug War is thus a lie built on a lie, and used by the State to repress, harass, disrupt and destroy.
Yesterday, the prison ran a dog line — where a pooch (beautiful, by the way) ran down a line of prisoners waiting to go to the yard. It was as ridiculous as it was revealing, for if there are drugs in prison, it’s more likely than not that a staff member brought it in, rather than a prisoner.
No dog lines for staff though, huh?

The false drug war has, like all wars, been far more destructive than it has been creative; and it has corrupted and poisoned all that have been touched by it.
It has corrupted cops, who have profited from it, as well as become drug merchants. It has reduced the 4th Amendment to shreds, even as it has intellectually corrupted courts which ignore the constitution to further a false war on drugs.
It has placed Black and Latino youth under life-long suspicion, subjecting them to arbitrary and oppressive searches, seizures and arrests.
It has fueled the boom in the prison industry – a false war, yes, but which has had real life and death effects.


Frutos de un ¡rbol Venenoso
por MumÌa Ab˙-Jamal
En teorÌa legal hay algo conocido como, “la doctrina de los frutos de un ·rbol venenoso”, que sostiene que toda b˙squeda, arresto o interrogaciÛn ilegales, “envenena” –malogra o vicia– todo el proceso que sigue, y, en consecuencia, no puede usarce en el juicio.
Si Èso es verdad, quÈ de la fallida y corrupta llamada “Guerra contra las Drogas” de los Estados Unidos, incomparable fruto venenoso como ning˙n otro, que naciÛ a resultado de mentiras polÌticas creadas para encubrir los ataques del gobierno yanki contra personas con ideas radicales –especialmente contra Negros radicales.
Las recientes declaraciones de John Erlichman, asistente de la Casa Blanca durante el gobierno de Richard Nixon, que las drogas fueron usadas como pretexto para atacar a los Negros (y a los hippies) deben envenenar todo lo que produjo esa vil y repugnante planta.
La m·s sucia de las mentiras de Dick Nixon, causÛ por medio siglo la explosiÛn de c·rceles en la vida norteamericana y la consecuente destrucciÛn de millones de familias.
La llamada Guerra Contra las Drogas es en consecuencia una mentira construÌda sobre una mentira, y usada por el Estado para reprimir, perseguir, socavar y destruÌr.
La prisiÛn hizo ayer una lÌnea del perro — en la que un perro (incidentalmente, un animal muy bello) pasa olfateando por una lÌnea de prisioneros que van a salir a la yarda.  …so fue tan ridÌculo, como revelador, porque si hay drogas en la prisiÛn, es muy posible que uno de los empleados las trajo, y no un prisionero.
No lineas del perro para los empleados, øah?
La falsa Guerra contra las Drogas, como todas la guerras, ha sido m·s destructiva que creativa; y ha corrompido y envenenado todo lo que ha tocado.
Ha corrompido a cachacos, que hacen buen negocio en la guerra, al volverse mercaderes de drogas. Ha hecho pedazos la Cuarta Enmienda a la Constitucion de Estados Unidos, asi como ha corrompido intelectualmente las Cortes de Justicia, que ignoran la Constitucion para proseguir con la falsa Guerra contra las Drogas.
La Guerra contra las Drogas ha puesto a jÛvenes Negros y Latinos en una sospecha que les va a durar toda la vida, con arbitrarias y opresivas b˙squedas, detensiones y arrestos.
La Guerra contra las Drogas ha producido un gran negocio en la industria de las prisiones –es una guerra falsa, si, pero que ha tenido efectos reales de vida o muerte.

© 2016 Mumia Abu-Jamal

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